Sentada
en el patio de mi casa subo la mirada y veo el cielo.., ¡oh no, ya no veo las
estrellas como antes! Perdidas están en la oscuridad, escucho sus gritos de
auxilio y mis lágrimas se desparraman por el borde de mis mejillas, he
descubierto que estoy pérdida, ya no pueden guiar mi camino, ya no pueden
brillar en mis ojos. Completamente sola, bajo la mirada y observo el suelo, mis
pies están desnudos y tocan la tierra oscura; no sienten frío ni calor. ¿Estoy
muerta? No hay nada a mí alrededor. Soy un cascaron vacío, una casa sin muebles,
el aire en la bolsa. Distraigo mi mente con la música del llanto; mi alma está
esparcida en todas direcciones; no me encuentro, estoy sola y fragmentada en
miles de pedazos vacíos. Me acerco a una rosa, es hermosa y roja, quiero que me acompañe en mi lugar perdido,
quiero tener su aroma en mis sentidos, quiero que sea mi acompañante, pero al tomarla, su color se derritió
lentamente en mi mano.., ¡qué mala suerte! Mi tristeza destiñe los colores de quienes no tienen la culpa, no
pude contenerme y la rabia se apoderó de mis extremidades, las garras aparecen,
los ojos se enrojecen y los dientes filosos traspasan mis labios resecos y; convertida
en una bestia negra, desgarro mi propia piel y arranco mis cabellos con un
poderoso grito que despierta a los vecinos y a las estrellas.
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